Kenneth Arnold sobrevolaba con su pequeño avión el área de
Mineral en Washington el 24 de junio de 1947.
El cielo estaba despejado con una brisa ligera, así que decidió explorar la
zona: hacía unos días, un avión de transporte C-46 del Cuerpo de Marines se había
extraviado en la zona y había una recompensa de 5.000 dólares para quien
encontrara los restos.
Un destello en el cielo acaparó su atención, no parecía venir de ningún otro avión. Eran
nueve objetos que componían una formación escalonada diagonalmente y que
parecían volar en un solo plano horizontal, aunque también se movían de un lado
a otro. Arnold decidió comprobar la velocidad a la que volaban, midiendo el
tiempo que tardaban en cubrir el trayecto entre el Monte Rainer y el Monte
Adams.
En un minuto y 42 segundos cubrieron una distancia de unos
80 kilómetros (50 millas). Ningún objeto volaba tan rápido, a excepción de los
cohetes V-2 que lo hacían a una velocidad cercana a los 6.000 kilómetros por
hora.
Tras un intento de acudir a las oficinas del FBI para
relatar lo ocurrido (y encotnrarlas cerradas), Arnold terminó en las oficinas
del «East Oregonian», un periódico Pendleton. Allí se produjo uno de los
malentendidos más conocidos del mundo de la prensa, Arnold no dijo en ningún
momento el término «platillo volante», sino que, según explicó, los objetos
volaban «como un platillo si lo lanzas sobre el agua». Su forma se parecería
más a la de un boomerang. Pero la noticia fue replicada rápidamente por las
agencias de noticias.
Tras el avistamiento de Arnold, salieron a la luz otros
ocurridos previamente, mientras los estadounidenses comenzaron a ver platillos
volantes con cierta frecuencia. El ufólogo Ted Bloecher llegó a recopilar 853
avistamientos publicados en prensa solo en 1947.
Con este caso comenzó el uso de la palabra 'platillo
volante', no de los avistamientos. Ni mucho menos es el primer avistamiento
OVNI, estos aparecen recogidos en textos antiguos de hace miles de años.
En cada época se explican los fenómenos que parecen extraños
y no tienen una explicación de manera diferente. En tiempos pasados, cuando la
religión gobernaba a los hombres, toda luz u objeto extraño que se apareciera
inmediatamente se identificaba con Dios, el demonio, la Virgen, etc, o bien con
las deidades vigentes en cada lugar y época. El fenómeno OVNI comienza en el
siglo XX en la era tecnológica donde se empieza a vislumbrar la posibilidad de
viajar al espacio y que habitantes de otros
planetas lo hagan también.
Las mismas luces que eran dioses hace siglos ahora son extraterrestres que llegan desde cientos de miles
de años luz de distancia.
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