De momento, es solo una maqueta y pese a la parafernalia típica americana para presentar sus productos el artefacto parece una copia del módulo Eagle de la Nasa de 1969.
La nave autentica pesará más de 15 toneladas con combustible completo, transportará cuatro sondas exploradoras lunares. A esta primera versión de carga le seguirá otra más sofisticada capaz de llevar tripulantes más o menos al mismo tiempo que tiene previsto la NASA, en 2024.
El módulo será impulsado por un nuevo motor denominado BE-7, diseñado por la compañía para que pueda movilizar enormes cargas de 4.500 kilos de peso. Estará propulsado por una combinación de oxígeno e hidrógeno líquidos. Si tiene éxito, Blue Origin planea ponerlo a la venta a otras compañías para su uso en módulos de aterrizaje y otras aplicaciones en el espacio.
Bezos se suma con esta nave a la carrera privada para la conquista del espacio. Su primer objetivo es que «Blue Moon» aterrice en el polo sur de la Luna, donde se ha confirmado la existencia de depósitos de hielo en los cráteres permanentemente en sombra. El agua helada podría ser explotada para producir hidrógeno e impulsar la exploración del sistema solar.
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